La alimentación emocional puede afectar en gran medida nuestros esfuerzos por bajar de peso y alcanzar una dieta saludable. Si bien la comida puede darnos una sensación de comodidad, también podemos usarla para aliviar el estrés o simplemente para sentirnos mejor. Este tipo de alimentación es una forma de satisfacer nuestras necesidades emocionales y no nuestro estómago. Desafortunadamente, la alimentación emocional generalmente nos hace sentir peor después y nos lleva a comer en exceso acompañado de culpa. La alimentación emocional se puede controlar siempre que podamos identificar nuestros factores desencadenantes, que son clave para mantener el control.
Iniciar un diario de alimentos
Lleve un diario de alimentos y registre todo lo que come todos los días. Asegúrese de incluir cuándo comió y cómo se sintió al comer. Con el tiempo, es posible que pueda encontrar patrones entre su estado de ánimo y la comida que comió. Identificar los desencadenantes emocionales lo ayudará a mantener el control y a diferenciar los antojos del hambre real.
Encuentre otras formas de aliviar el estrés
Encontrar otras formas de aliviar el estrés evitará que abramos el frigorífico o rebusquemos en la despensa. Las actividades como el yoga, leer un libro o escribir son excelentes formas de aliviar el estrés. Incluso la simple respiración profunda es una forma de meditación que se puede hacer en cualquier lugar para ayudarnos a regular nuestras emociones.
Mantén alejadas las tentaciones
Si no hay comida chatarra en casa, ¡entonces no podemos comerla! Deseche o regale alimentos con alto contenido de grasas, azúcares o calorías. Reemplaza los alimentos poco saludables con alimentos reales que garanticen una dieta saludable. Siempre que se sienta un poco deprimido, tomar una manzana en lugar de una bolsa de papas fritas no solo ayudará a perder peso, ¡sino que no se sentirá culpable por ello después!
Busque apoyo
Durante los momentos de tristeza o ansiedad, asegúrese de resistir el aislamiento. La visita de un familiar o incluso la realización de una llamada telefónica rápida puede aliviar las emociones negativas. La clave para superar la alimentación emocional es encontrar otras formas de lidiar con nuestras emociones, además de comer. Y recuerda, siempre podemos ayudarte.