Uno de los grandes retos para bajar de peso sin pasar hambre es saber reconocer los antojos. El hambre es causada por una necesidad física de alimentos. Los antojos generalmente son causados por necesidades emocionales (algunas de ellas condicionadas por nuestro ADN) y los antojos emocionales a menudo pueden conducir a atracones. Escuchar a nuestro cuerpo nos permitirá comprender mejor lo que realmente necesita.
La buena noticia es que hay formas de saber la diferencia entre los antojos y el hambre. Estos son los más importantes:
Antojos
- A menudo son para alimentos reconfortantes, es decir, alimentos grasos y dulces.
- Suelen estar provocadas por sentimientos negativos como la tristeza o la ansiedad.
- Por lo general, conduce a una alimentación poco saludable que nos hace sentir culpables más tarde al hacernos sentir gordos.
- Aumentan durante el embarazo y el ciclo menstrual de la mujer.
- Puede ocurrir incluso si acaba de comer.
- Pasa con el tiempo o con tratamientos como la homeopatía a diferencia del hambre.
Hambre
- Ocurre cuando no ha comido durante algún tiempo.
- Provoca dolor de estómago, dolor de cabeza o debilidad.
- Empeora con el tiempo y no pasa.
- Puede estar satisfecho con comida rica y sana.
- No es específico de un alimento singular.
Entonces, ¿cómo puedes distinguir si se trata de un impulso o realmente estás hambriento? Existen cinco tips para diferenciar entre lo uno y lo otro:
- Forma de aparición: si aparece de forma paulatina es apetito, mientras que si se presenta de repente estás ante un antojo.
- El objeto de deseo: si no te importa qué alimento consumir estás hambriento, mientras que si prefieres uno en particular es un antojo.
- Nivel de voracidad: si puedes esperar un poco hasta satisfacer tus necesidades de comida estás hambriento. En cambio, si quieres consumirlo en ese mismo instante se trata de un antojo.
- Obtención de satisfacción: si cuando dejas de comer te sientes saciado significa que tenías hambre, mientras que si sigues comiendo aún cuando ya no tienes más apetito se trata de un antojo.
- Consecuencias posteriores: si te sientes bien cuando terminas de comer, era hambre lo que presentabas, mientras que si notas que estás indigesto, con culpa y con arrepentimiento probablemente se trate de un antojo.
Una vez que sepamos la diferencia, podremos responder: «¿Tengo realmente hambre?». Tú también baja de peso sin pasar hambre: encuentra el programa que necesitas aquí.
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